Hace mucho, vivía un Joven malcriado que era el consentido de sus Padres. Cada vez que tenia hambre, pedía lo que a él solo le gustaba, sus padres a pesar de sus berrinches y malcriadeces, lo alimentaban.
Un día, este Joven quiso comer Venado, y su Padre para complacerlo, salió en caza de uno. Muy tarde ese día, el Joven estaba fuera de la casa esperándolo impacientemente, pero cuando vio a su Padre regresar sin nada, éste enfureció mucho y de tantos golpes que le dio, lo asesinó. Aun no conforme con eso, abrió sus entrañas y se las comió. Mas rato, cuando su Madre regresó y se enteró del crimen de su hijo, le echó una maldición por sus actos, y sin mucha demora, soltó a los Perros para que lo muerdan.
Tras estas penurias y muy herido este Joven, la Madre empeoró su castigo y le echó Chile (ají picante) para aumentar su mortífero castigo para que así, se vaya para siempre. Tras todo esto, no se volvió a saber nada del Joven.
Mucho tiempo después, este Joven se convirtió en un espíritu errante llamado "el Silbón". Este ser, camina deambulando silbando y llevando consigo un Saco que según cuentan, son los huesos de su propio Padre. "El Silbón" le teme al Chile y a los perros, motivo que por si uno es acechado por este macabro ser, puede usar estos como defensa.
Otros dicen que el Silbón, es un alma descarriada de un mal hombre que siempre andaba de parrandas y que asesinó a sus Padres que por cierto, en un saco lleva sus huesos. Este "Silbón", gusta de las mujeres embarazadas, y cuando avista a una, silba interpretando las notas musicales "Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si".
Se dice que el silbido del Silbón es muy agudo, y si uno lo escucha, se siente mucho frio que podría congelar el cuerpo. Otros dicen que si este silbido agudo es oído, es porque una mujer morirá, en cambio si el silbido es muy fuerte, morirá un Hombre o un Amigo de aquel que lo escuchó.
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