Hace mucho cuando espíritus y seres humanos aún vivían en armonía, un Espíritu enamoró a una Joven muy hermosa, pero de este amor prohibido nació un Bebé. La Madre de la Joven al enterarse del pecado de su Hija, ahogó al niño en el río, pero para colmo, los Dioses al enterarse del amor prohibido, castigaron a la Joven convirtiéndola en un Monstruo de grandes agujeros en su cuerpo de los cuales salían pelos tiesos. Sus manos fueron reemplazadas por largas garras, le dieron un cuerpo como el de un gato y unas patas como las de un caballo. A la joven la llamaron: La Tulivieja, y fue obligada a vagar eternamente en busca de su hijo muerto.
Muchos afirman, que se escucha a la Tulivieja por las orillas de los ríos con sonidos parecidos al de las aves, pero con tono fantasmal. En las noches de Luna Llena, la Tulivieja recupera su verdadera forma cuando era aun humana, pero si escuchar el más mínimo ruido, volverá a convertirse en aquel ser fantasmal.
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